MARIA GUADAÑA

El universo de María Guadaña se mueve entre la venganza, el desamor, la sensualidad y la muerte. Cuánta belleza. Una afirmación de femineidad e inteligencia. Y de emociones. Músicas y letras que se pegan a la piel. Precipicios a los que asomarse. Jirones de vida convertidos en canciones. Un corazón atravesado por agujas.
La artista se esfuerza en mantener a resguardo su identidad, pero se abre en canal con sus tonadas. Aquí no hay concesiones: ¿rock de arrabal, post punk melancólico, folklore urbano o cabaret milenarista? ¿Qué más da? María Guadaña consigue estremecer sin recurrir a más recurso que su agridulce garganta, la poesía de su pluma y la impedimenta de sus mimbres musicales que la entroncan con artistas como Lhasa de Sela, PJ Harvey o Mark Lanegan.

Descarnada, igualadora, enlutada, pelona chingona, malquerida, bien amada, amante envidiosa… María Guadaña.