Décimo álbum de su carrera, The Happiness Waltz supone la vuelta de Josh a algunos de los registros que le han convertido, durante sus casi quince años de carrera, en una referencia de primer orden, un autor e intérprete único.
Su particular tránsito por el mundo del folk-pop ha conocido diferentes etapas en estos años, desde sus introspectivos inicios de joven cantautor, hasta que poco después el mundo descubrió su talento gracias a obras tan indispensables como 1972 (2003) y Nashville (2005), culminando con su posterior asentamiento en España, que propició álbumes como Subtitulo, El Turista o el aún reciente Josh Rouse & The Long Vacations.
Dicho arco creativo ha dado como resultado The Happiness Waltz, una síntesis perfecta de lo nuevo y lo viejo, quizás su obra más homogénea y compacta, marcada especialmente por su familia.